Tecnicas de pachequeo.

Ponchate dice Juan, no hay canalas contesta Pedro, no hay pedo, contesto Juan, aquí tengo una hoja de tamal.

-Saca el toqueeee!!!-. -Tengo que, pero no con qué forjar-, -no hay pedo, ¿que no sabes que con la fina capa de la corteza de éste árbol de plátano se pueden hacer unos gallardos bien gallardos?-, -armese mijo!!.

Ando bien erizo valedor, dice uno. No hay pedo, aquí tengo una ganja galactica, dice el otro. Sacaaa, dice el primero. Simón, pero ¿traes naves? contesta el segundo. Nel pero no hay falla, aquí traigo un limón...

En una verdulería se puede observar un joven, que con sutiles y elegantes movimientos manipula una breve navaja alrededor y dentro de una cuidadosamente escogida zanahoria. ¿Cuales serán sus intenciones? tal vez es un artista de lo efímero, un artifice de esculturas vegetales. ¡Oh! pero que veo, el joven insufla y sopla por uno de los extremos de su obra, ¿Será acaso que quiere dar vida a su escultura con la técnica del soplo utilizada en Adán?, ¡no! algo introduce en su artefacto, sustancia misteriosa, digna de alquimicas transmutaciones. verde pocion mistica. ¡Pero que!, si, el fuego, el mas sutíl de los elementos, mira como acerca el fuego a un lado mientras besa el otro, ¡oh misterioso genio verdulero, revéleme sus secretos por favor! y el extraño artista de las verduras volviendose con paciente gesto a su observador, sin decir palabra y manteniendo la respiración, lo interpeló con una mirada turbia guadando silencio, e instantes después dejo salir una avalancha de humo que envolvió al sorprendido espectador y entre ese humo se dejo escuchar una palabra: Date.

Que hubole apa, ora si me dejaras fumar de eso que fumas, bueno hijo pero no lo hagas muy a menudo, si apa, ya saca, mmm tengo un problema hijo no hay papeles para liar, no se apure apa aqui traigo una cascarita de cebolla.

El pacheco profesional es un fumador indetenible, pues conoce las ténicas del fume en mútiples caparazones, pero si el conocimiento de las ténicas es parte importante, aún mas importante es el espíritu cabalmete mariguano de la improvisación y la construcción de artefactos capaces de realizar la combustión controlada que se requiere para que el humo cannabico fluya directamente desde alguna fresa ardiente, a los pulmones y de ahí al corazón de un pacheco valiente.